Te acercaste otra vez como una alondra
cansada de volar / muerta de miedo
traías en los ojos tres palabras
que presumiblemente eran de amor
Yo supe asimilarte despacito
y el alma abrí como una boca hambrienta
puse en tus labios besos serviciales
y en tus manos secretos de mis manos
tus piernas de mujer y de tristeza
me encadilaban como en otros tiempos
mi aspiración era de perseguirlas
y rozarlas al menos en el sueño
cuando te vas sé que estarás volviendo
en el momento más inesperado
y espero para entonces estar vivo
para pedirte amor que no te vayas
Mario Benedetti
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