martes, 31 de marzo de 2015
POEMA DE LA DESPEDIDA - José Ángel Buesa
Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.
José Ángel Buesa
martes, 24 de marzo de 2015
sábado, 21 de marzo de 2015
Te amo - Pablo Neruda
Te amo,
te amo de una manera inexplicable,
de una forma inconfesable,
de un modo contradictorio.
Te amo
con mis estados de ánimo que son muchos,
y cambian de humor continuamente.
por lo que ya sabes,
el tiempo, la vida, la muerte.
Te amo...
con el mundo que no entiendo,
con la gente que no comprende,
con la ambivalencia de mi alma,
con la incoherencia de mis actos,
con la fatalidad del destino,
con la conspiración del deseo,
con la ambigüedad de los hechos.
Aún cuando te digo que no te amo, te amo,
hasta cuando te engaño, no te engaño,
en el fondo, llevo a cabo un plan,
para amarte mejor.
Te amo...
sin reflexionar, inconscientemente,
irresponsablemente, espontáneamente,
involuntariamente, por instinto,
por impulso, irracionalmente.
En efecto no tengo argumentos lógicos,
ni siquiera improvisados
para fundamentar este amor que siento por ti,
que surgió misteriosamente de la nada,
que no ha resuelto mágicamente nada,
y que milagrosamente, de a poco, con poco y nada
ha mejorado lo peor de mí.
Te amo,
te amo con un cuerpo que no piensa,
con un corazón que no razona,
con una cabeza que no coordina.
Te amo
incomprensiblemente,
sin preguntarme por qué te amo,
sin importarme por qué te amo,
sin cuestionarme por qué te amo.
Te amo
sencillamente porque te amo,
yo mismo no sé por qué te amo.
Pablo Neruda
martes, 17 de marzo de 2015
DEDICATORIA FINAL (Función de Amparitxu) - Gabriel Celaya
Pero tú existes ahí. A mi lado. ¡Tan cerca!
Muerdes una manzana. Y la manzana existe.
Te enfadas. Te ríes. Estás existiendo.
Y abres tanto los ojos que matas en mí el miedo,
y me das la manzana mordida que muerdo.
¡Tan real es lo que vivo, tan falso lo que pienso
que -¡basta!- te beso!
¡Y al diablo los versos,
y Don Uno, San Equis, y el Ene más Cero!
Estoy vivo todavía gracias a tu amor, mi amor,
y aunque sea un disparate todo existe porque existes,
y si irradias, no hay vacío, ni hay razón para el suicidio,
ni lógica consecuencia. Porque vivo en ti, me vivo,
y otra vez, gracias a ti, vuelvo a sentirme niño
Gabriel Celaya
viernes, 6 de marzo de 2015
Fragmento de "Rendición de Cuentas" - Marta Lynch
"No te duermas, no me dejes. Que la pequeña muerte no venga a sobornarnos. Que no quede pendiente de mi angustiosa desazón, sola, frente al oscuro roble y a los hilos telefónicos que se mueven bajo el impulso del viento de un verano. Este es un verano más. No me des la oportunidad de pensar que será el último. Ha sido hermoso vivir la vida juntos y me desagarro pensando en que llegará un tiempo en que alguno de los dos se irá. La vida debería durar trescientos años, y aún así, pasados los trescientos te estaría reclamando por una eternidad en la que vos y yo fuéramos los mismos. Llámalo amor. Llamémosle matrimonio. Llamemos en auxilio de ambos esa fortaleza mental que libra de la nostalgia y de la melancolía. Quererse de esta manera es un hecho antinatural. Es contra natura, oponer lo persistente, lo que dura, lo que permanece, a la fatal finitud. Uno de los dos o los dos estamos errados, amor mío. Uno de los dos debe desprender sus dedos de los dedos del otro. Pero no hoy. Todavía no. Demos otra vuelta de tuerca a la historia que nos ocupó la vida. No me dejes caer de esta mutua compañía que nos hace bien y nos gratifica. Ahuyentá el sueño que viene hacia vos como un viento bendito. No te duermas, no me dejes. Recuperemos la luminosidad celeste, ahora que algunos creen vernos viejos y que estamos tan jóvenes como para continuar con la aventura de modo que hasta el sueño en que caemos juntos nos reúna. Espero –oíme- que de este modo amable nos sorprenda el otro largo sueño."
Marta Lynch
Marta Lynch
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